Cómo mejorar la comunicación en equipo y facilitar las conversaciones difíciles
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Las conversaciones en el trabajo suelen avanzar más rápido de lo que la gente piensa, lo que afecta la calidad de la comunicación. Los plazos, la presión y el ritmo de trabajo empujan a las personas a reaccionar antes de comprender todo el mensaje que alguien intenta transmitir. La curiosidad interrumpe este patrón. Una investigación reciente dirigida por el profesor de psicología Todd Kashdan ha demostrado cómo un pequeño momento de reflexión puede cambiar el tono incluso de las conversaciones más incómodas. Su equipo pidió a la gente que escribiera una breve carta sobre cómo acercarse a alguien con una opinión diferente. Este simple paso les ayudó a ver a su propio grupo como más abierto y diverso en su pensamiento, lo que redujo la actitud defensiva y suavizó la conversación.
El Washington Post destacó un hallazgo clave de la investigación y explicó por qué una pregunta marcó tanta diferencia. Preguntar “¿cómo funcionaría eso?” invita a la otra persona a reducir la velocidad y analizar sus pensamientos en lugar de prepararse para un desafío. Las preguntas de “por qué” a menudo suenan a crítica e incitan a la gente a defender su posición. “¿Cómo funcionaría eso?” haz lo contrario. Convierte un momento tenso en una discusión compartida para resolver un problema porque la pregunta se siente segura. Si un colega propone un cambio del que no está seguro, pregúntele “¿cómo funcionaría?”. anímelos a explicar el proceso paso a paso. Mientras lo hacen, la carga emocional se desvanece, las suposiciones se suavizan y ambos ganan claridad. Incluso un pequeño cambio como este abre espacio para una mejor comunicación.
La curiosidad importa porque muchas conversaciones en el lugar de trabajo ocurren en piloto automático. Un líder puede dar retroalimentación rápida, un empleado puede responder con una explicación repetida y el verdadero problema permanece enterrado. La curiosidad frena este patrón lo suficiente como para revelar lo que la gente realmente necesita, ya sea claridad, tranquilidad o una nueva forma de ver la situación. Cuando la gente siente ese espacio, la conversación pasa de la reacción a la comprensión.
Por qué la curiosidad mejora la comunicación en equipo
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Por qué la curiosidad mejora la comunicación en equipo
En las organizaciones, los empleados suelen asumir que necesitan respuestas rápidas para demostrar que son capaces. Esta mentalidad suprime las preguntas y limita la calidad de la discusión. La curiosidad ralentiza el ritmo para que la gente pueda escuchar con más atención. Cuando los empleados descubren que sus colegas ven las cosas desde diferentes ángulos, se sienten menos juzgados y más abiertos a intercambiar ideas. Este cambio respalda una escucha más clara y un mejor razonamiento.
La curiosidad también reduce el miedo que impide que la gente hable. La investigación en psicología organizacional muestra que cuestionar los supuestos fortalece la toma de decisiones porque alienta a las personas a verificar sus interpretaciones y explorar ideas que podrían haber pasado por alto. Cuando aumenta la curiosidad, aumenta el compromiso porque los empleados se sienten más conectados con la conversación. Ya no sienten presión para defender una posición. Se sienten invitados a explorarlo.
Escucho a muchos líderes decir que sus empleados quieren contribuir más, pero dudan porque les preocupa decir algo incorrecto. La curiosidad alivia este miedo. Cuando los líderes introducen preguntas que ayudan a las personas a sentirse vistas y comprendidas, la presión desaparece. La conversación se centra menos en demostrar competencia y más en progreso. Incluso un pequeño cambio de tono puede calmar un intercambio tenso, especialmente en reuniones donde chocan personalidades, expectativas y cargas de trabajo.
Cómo la curiosidad desarrolla habilidades de comunicación en equipo más sólidas
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Cómo la curiosidad desarrolla habilidades de comunicación en equipo más sólidas
La curiosidad crece con la práctica constante. Los líderes suelen asumir que se requiere una iniciativa importante, pero la curiosidad tiende a desarrollarse a través de comportamientos pequeños y repetidos. Hacer una pausa antes de responder, hacer preguntas abiertas o comprobar que se ha entendido un problema envía un mensaje claro. La conversación importa. La gente nota esa señal.
Stefaan van Hooydonk, fundador del Global Curiosity Institute, lleva años examinando cómo la curiosidad influye en el rendimiento en todas las industrias. Cuando lo entrevisté, dijo que la curiosidad fortalece las relaciones porque les da a las personas espacio para expresar su incertidumbre sin preocuparse por cómo serán juzgadas. Considera la curiosidad como una opción de liderazgo. Cuando los líderes muestran un interés genuino en cómo piensa la gente y qué observan, los empleados responden con más apertura y creatividad. Este cambio cambia todo el tono de un equipo.
También entrevistamos a Barry Rhein, un consultor conocido por sus métodos de comunicación basados en la curiosidad. Su curso en la Escuela de Graduados en Negocios de Stanford se centró enteramente en la curiosidad por las ventas, pero los principios se aplican a cualquier conversación en el lugar de trabajo. Explicó que la curiosidad ayuda a las personas a descubrir lo que realmente les importa a los demás. Convierte una conversación en un proceso de descubrimiento en lugar de una negociación. El trabajo de Barry refuerza la misma idea revelada en el estudio de Kashdan. La curiosidad abre a las personas. Los hace más receptivos, más atentos y más dispuestos a considerar un nuevo ángulo.
Cómo la curiosidad fortalece el pensamiento claro y la comunicación en equipo
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Cómo la curiosidad fortalece el pensamiento claro y la comunicación en equipo
El pensamiento claro depende de la atención y la curiosidad fortalece esa atención. Las personas que hacen preguntas serias obtienen mejor información y notan patrones que otros pasan por alto. Consideran varias interpretaciones antes de llegar a una conclusión. Estos hábitos conducen a decisiones más sólidas a medida que los equipos exploran una gama más amplia de posibilidades.
La investigación del comportamiento muestra que acciones pequeñas e intencionales pueden aumentar la curiosidad con el tiempo. Madeleine Gross, coautora del estudio de Kashdan, descubrió que comportamientos simples como hacer una pregunta o mirar algo desde un ángulo diferente pueden cambiar el pensamiento de manera duradera. La neurociencia se suma a esta perspectiva. La curiosidad calma la respuesta de amenaza del cerebro, lo que reduce el miedo que a menudo interrumpe las conversaciones. Cuando las personas se sienten lo suficientemente seguras como para explorar ideas, su pensamiento se vuelve más flexible y preciso.
Estos hábitos son importantes porque el pensamiento claro rara vez ocurre por accidente. Ocurre cuando las personas se toman un momento para preguntarse qué se podrían estar perdiendo, qué suposiciones podrían tener o qué perspectiva podría ayudarlas a ver la situación con mayor claridad. La curiosidad mantiene abierta esa puerta mental.
Cómo los líderes fomentan una mejor comunicación en equipo a través de la curiosidad
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Cómo los líderes fomentan una mejor comunicación en equipo a través de la curiosidad
Los líderes dan forma a la cultura del equipo por la forma en que se comunican. Cuando hago preguntas que fomentan la exploración, los empleados hacen lo mismo. Cuando los líderes muestran un interés genuino en cómo alguien llegó a una conclusión, los empleados se sienten respetados. Con el tiempo, estos momentos crean un equipo que espera preguntas en lugar de temerlas.
Los equipos responden a las expectativas que creen que establecieron sus líderes. Si un líder aprecia las respuestas rápidas, los empleados correrán a proporcionárselas. Si un líder valora las preguntas reflexivas, los empleados se tomarán más tiempo para considerar alternativas. Cuando la curiosidad se convierte en una norma compartida, la calidad de la comunicación mejora y la colaboración se vuelve más fácil.
Muchos líderes que introducen prácticas de curiosidad describen el mismo resultado. Las conversaciones comienzan a sentirse más fluidas. Los malentendidos disminuyen, la actitud defensiva disminuye y las reuniones se vuelven más productivas. El cambio no es dramático, pero sí significativo. Los equipos dejan de intentar ganar conversaciones y empiezan a intentar entenderse entre sí.
Cómo las organizaciones construyen una cultura de comunicación a través de la curiosidad
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Cómo las organizaciones construyen una cultura de comunicación a través de la curiosidad
Las organizaciones refuerzan la cultura a través de comportamientos repetidos. Pueden fomentar la curiosidad preguntando a los empleados cómo reunieron información antes de tomar una decisión o cómo exploraron la perspectiva de un colega. Los equipos pueden comenzar las reuniones con breves reflexiones sobre algo nuevo que notaron esa semana. Los líderes pueden resaltar momentos en los que la curiosidad condujo a una idea útil o a un mejor resultado. Estas pequeñas acciones muestran claramente lo que valora la organización. Cuando los empleados saben que se apoya su curiosidad, hacen mejores preguntas, notan más detalles y abordan las conversaciones con más confianza. En un lugar de trabajo donde las opiniones firmes se expresan con rapidez y frecuencia, la curiosidad se ha convertido en uno de los hábitos más valiosos que pueden desarrollar los equipos. Fortalece la comunicación, reduce la tensión y crea la claridad necesaria para manejar conversaciones difíciles con mayor facilidad.








