Un hombre de 20 años que subió a la torre central en el gran concierto de Metallica en Perth fue expulsado de por vida del estadio Optus y multado por sus peligrosas travesuras.
Beau William Loch Rollings, del suburbio de Carey Park en Bunbury, y Rory Hugh Culbert, de 23 años, de Australind, subieron a la torre durante el concierto de dos horas de la banda de heavy metal el 1 de noviembre.
El martes se informó al Tribunal de Magistrados de Perth que la pareja saltó una valla de seguridad alrededor de las 22.30 horas. Permanecieron en la torre a una altura de 10 a 50 m durante unos 20 minutos antes de bajar.
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La jueza Ruth Dineen dijo que “algo que parecía gracioso en ese momento” tuvo consecuencias importantes. Ambos hombres fueron acusados de allanamiento de morada y se declararon culpables durante la primera audiencia.
El fiscal de la policía dijo que la pareja “no ofreció ninguna explicación” por su comportamiento. Se les confiscaron sus teléfonos móviles, que contenían imágenes del incidente.
La abogada defensora Rachael Gemmell dijo que se trataba de “simplemente un comportamiento estúpido” que Rollings no tenía intención de repetir. Ahora no podrá hacerlo, con una prohibición de por vida del sitio.
El juez dijo que era “una cosa extremadamente estúpida y una buena manera de arruinar tu noche de fiesta”, y había convertido una noche de hombres en una escapada costosa.
La Sra. Dineen aceptó la solicitud del abogado de devolver el teléfono a Rollings, en lugar de destruirlo como había solicitado la fiscalía.
También aceptó el argumento de la Sra. Gemmell de que el cargo fue una “experiencia aleccionadora” para el joven, lo que resultó en que fuera declarado inocente.
Cuando lo interrogaron, Rollings le dijo al juez que había estado bebiendo antes de subir a la torre.
La Sra. Dineen multó a Rollings con 1.000 dólares y le ordenó pagar 308,80 dólares en costas judiciales.
Rollings se negó a hablar con Seven West Media fuera del tribunal.
Culbert recibió un castigo similar en el mismo tribunal el lunes y también se le prohibió la entrada al estadio de por vida.
