El consternado mundo del deporte francés condenó unánimemente los “inaceptables” actos de violencia de los aficionados dirigidos a los jugadores y al personal del Niza tras otra derrota ante el equipo de la Riviera durante el fin de semana.
Después de una sexta derrota consecutiva en todas las competiciones el domingo (1-3 ante el Lorient en la Ligue 1), los jugadores del Niza se encontraron con una gran multitud de aficionados cuando regresaron a la academia y al centro de entrenamiento del club.
Según los informes, los jugadores y el personal fueron agredidos y los aficionados gritaron insultos y exigieron más compromiso por parte del equipo.
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El fiscal del Niza, Damien Martinelli, afirmó el martes que dos jugadores, a quienes no identificó, habían presentado denuncias.
Dijo que se abrió una investigación por agresión agravada, participación en un grupo que prepara actos de violencia o vandalismo y omisión de prevenir una violación a la integridad física.
Martinelli dijo que los jugadores dijeron que los aficionados los golpearon, patearon y escupieron mientras los insultaban, muchos de los cuales se cubrieron la cara antes de huir hacia el centro de entrenamiento.
Niza dijo en un comunicado: “El club comprende la decepción causada por una serie de malos resultados y actuaciones que no están a la altura de sus méritos.
“Sin embargo, los incidentes que tuvieron lugar durante esta reunión son inaceptables. Varios miembros del club fueron confrontados y atacados. OGC Nice los apoya plenamente y condena estas acciones en los términos más enérgicos posibles”.
Según l’Equipe, los jugadores Jérémie Boga y Terem Moffi recibieron múltiples golpes, incluso en la cabeza y en la ingle, mientras que el director deportivo Florian Maurice también fue agredido. L’Equipe y RMC dijeron que Boga y Moffi fueron puestos bajo licencia médica.
La federación francesa afirmó que las agresiones eran “completamente inaceptables y socavaban la integridad de los implicados en el partido y los valores del fútbol”.
Agregaron que participarán como parte civil en las quejas de los jugadores para garantizar que los incidentes se investiguen a fondo.
La ministra de Deportes, Marina Ferrari, también se sumó a las críticas y afirmó en X que el incidente “no tiene nada que ver con la verdadera cultura de los aficionados”.
“Siempre defenderé a quienes traen vida y energía a nuestros estadios, pero nunca a quienes utilizan la violencia, a quienes hay que responsabilizar por sus acciones”, afirmó.








