La ciberseguridad se ha visto durante mucho tiempo como una salvaguarda técnica, algo gestionado por equipos de TI y responsables de cumplimiento.
Pero para las empresas de tecnología actuales, especialmente SaaS, agentes de inteligencia artificial y verticales de alto crecimiento, ese marco está obsoleto.
Socio de tecnología e innovación de Wipfli y líder nacional.
A medida que la incertidumbre económica se convierte en la norma y las expectativas de los inversores cambian, los líderes tecnológicos están reconsiderando qué impulsa la valoración, la resiliencia y el crecimiento junto con sus inversores.
Las empresas de capital privado están bajo presión para demostrar no sólo innovación, sino también madurez operativa. Y cada vez más, la postura y los procesos de ciberseguridad son parte del lente de medición de la madurez.
A continuación se explica cómo las empresas de tecnología pueden replantear la ciberseguridad como un facilitador de negocios, y por qué hacerlo es esencial para seguir siendo competitivas.
El riesgo cibernético es un riesgo empresarial
El panorama de amenazas ha evolucionado. Los errores de múltiples inquilinos pueden exponer bases de datos completas de clientes. La explotación de la API puede provocar interrupciones y pérdida de datos.
Los ataques a la cadena de suministro se dirigen a proveedores externos para obtener acceso. La TI en la sombra (herramientas no autorizadas utilizadas por los empleados) crea lagunas de conocimiento que los marcos de seguridad tradicionales pasan por alto.
Estos no son sólo problemas técnicos. Se trata de riesgos sistémicos que pueden paralizar rondas de financiación, paralizar adquisiciones y erosionar la confianza de los clientes. En el mercado actual, la confianza es moneda de cambio.
La ciberseguridad debe tratarse como un riesgo empresarial fundamental, no como una preocupación de TI aislada.
La actitud de seguridad afecta la calificación
Las firmas de capital privado están recalibrando la forma en que evalúan el riesgo y el valor. La ciberseguridad es ahora un componente central de la diligencia debida. Los inversores quieren saber:
- ¿La empresa está certificada en áreas como SOC 2 o ISO 27001?
- ¿Puede demostrar resiliencia frente a las amenazas en evolución?
- ¿Está la seguridad integrada en su cultura y operaciones?
Las respuestas afectan directamente los términos y precios del trato. Una empresa que pueda demostrar que está “preparada para hacer negocios y es confiable” probablemente obtendrá una prima.
La madurez cibernética se está convirtiendo en un diferenciador, no sólo para el cumplimiento, sino también para el crecimiento.
Los CFO y CIO deben llevarse bien
Para desbloquear todo el potencial de la ciberseguridad como valor empresarial, las empresas de tecnología necesitan alinear el liderazgo financiero y de TI. Los CFO y CIO deben colaborar en el modelado de riesgos, la priorización de inversiones y la planificación estratégica.
La ciberseguridad debería ser parte de las conversaciones presupuestarias, no tratada como un centro de costos reactivo. Esta alineación permite a las empresas pasar de una defensa reactiva a una estrategia proactiva cuantificando el ROI de las iniciativas de seguridad y vinculándolas con los resultados comerciales.
La madurez cibernética permite la agilidad
Una postura de seguridad sólida no se trata sólo de defensa, sino también de habilitación.
Las empresas con marcos de ciberseguridad maduros pueden moverse más rápido, innovar con mayor libertad e ingresar a nuevos mercados con confianza. Están mejor equipados para manejar cambios regulatorios, demandas de los clientes y presiones competitivas.
En sectores como fintech, healthtech y edtech, donde la sensibilidad de los datos y los requisitos de cumplimiento son altos, la ciberseguridad no es solo una característica técnica, es una cuestión comercial.
La cultura importa
La ciberseguridad como valor empresarial requiere un cambio cultural. No es sólo responsabilidad de los equipos de TI, es una prioridad compartida en toda la organización. Desde la alta dirección hasta los empleados de primera línea, todos desempeñan un papel en la construcción de un negocio seguro y resiliente.
Esto significa promover la conciencia, la responsabilidad y la agilidad. Significa integrar la seguridad en el desarrollo de productos, la atención al cliente y la gestión de proveedores. Y significa tratar la ciberseguridad no como un costo, sino como un catalizador del crecimiento.
Los certificados representan confianza
Certificaciones como SOC 2, ISO 27001 y HITRUST no son sólo casillas de verificación, son señales de confianza. Muestran a inversores, clientes y socios que su empresa se toma en serio la seguridad.
Estas certificaciones pueden acelerar los ciclos de ventas, reducir la fricción en las adquisiciones y mejorar la confianza de los inversores. Son particularmente valiosos en procesos de licitación competitivos, donde la postura de seguridad puede inclinar la balanza.
Cuantificar el impacto financiero
Las inversiones en ciberseguridad deben estar vinculadas a resultados mensurables. Esto incluye:
- Reducir los costos de respuesta a incidentes.
- Menos tiempo de inactividad y pérdida de productividad.
- Mejorar la retención de clientes.
- Mejorar la estabilidad del contrato.
Según las últimas estimaciones, se espera que el coste global de las infracciones cibernéticas alcance los 10,5 billones de libras esterlinas al año en 2025.
Las empresas que no invierten en ciberseguridad corren el riesgo de formar parte de esa estadística. Los inversores pueden convertir la seguridad en una ventaja estratégica.
Modele el riesgo cibernético como cualquier otra exposición financiera
Los incidentes cibernéticos ya no son raros ni aislados; son hechos del balance. Para las empresas de tecnología, especialmente aquellas que escalan rápidamente, el impacto financiero de una infracción puede incluir:
- Pagos de ransomware.
- La vulneración del correo electrónico empresarial provoca transferencias fraudulentas.
- Violaciones de datos que dan lugar a demandas o multas.
- Tiempo de inactividad de la operación al detener la prestación del servicio.
Estos riesgos deben modelarse de manera similar al riesgo crediticio, operativo o de la cadena de suministro. Los líderes tecnológicos deberían trabajar con los equipos financieros para simular escenarios de incumplimiento, identificar brechas en los seguros y cuantificar pérdidas potenciales.
Esto ayuda a justificar la inversión proactiva y garantiza que la seguridad cibernética forme parte de la planificación de riesgos empresariales.
IA y propiedad de datos: una nueva capa de riesgo de ciberseguridad
A medida que la IA se incorpora a más flujos de trabajo tecnológicos, está remodelando la forma en que se crean, comparten y protegen los datos. Para las empresas de tecnología, esto introduce una nueva capa de riesgo de ciberseguridad que a menudo se pasa por alto en los modelos de gobernanza tradicionales.
Los sistemas de IA a menudo se extraen de vastos conjuntos de datos no estructurados, a veces sin permisos claros ni visibilidad del linaje de datos. Esto aumenta el riesgo de exposición de los datos, especialmente cuando los empleados utilizan herramientas impulsadas por IA sin salvaguardias definidas.
Los datos confidenciales o regulados pueden ingresar a sistemas que la empresa no comprende completamente, creando vulnerabilidades que son difíciles de detectar y de liberar.
Las consecuencias van más allá del cumplimiento. Los clientes son más conscientes que nunca de cómo se utilizan sus datos, y las empresas que no pueden responder con confianza corren el riesgo de perder su confianza y su negocio.
Las empresas de tecnología deben repensar sus estrategias de privacidad y gobernanza a la luz de la evolución de las capacidades y amenazas de la IA.
Para mitigar estos riesgos:
- Mapee sus flujos de datos: comprenda lo que recopila, dónde se encuentra y cómo las herramientas de inteligencia artificial interactúan con ellos.
- Defina políticas de uso de IA: aclare qué herramientas están permitidas, qué datos deben excluirse de las consultas y casos de uso aceptables.
- Inspeccione periódicamente: supervise el comportamiento del modelo de IA en busca de deriva, sesgo o exposición.
La ciberseguridad no se trata sólo de proteger los sistemas; se trata de proteger la integridad de sus datos, especialmente porque la IA cambia la forma en que se utilizan esos datos. Para las empresas de tecnología, ahora es una parte fundamental del valor empresarial.
Pensamiento final
En tiempos de incertidumbre, las empresas que lideran con seguridad estarán en mejores condiciones para prosperar. La ciberseguridad no se trata sólo de proteger los activos, sino de desbloquear el valor empresarial.
Los líderes tecnológicos que adopten este cambio no sólo mitigarán el riesgo, sino que también crearán oportunidades.
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